Archbishop Allen Vigneron | Archdiocese of Detriot
Con profunda tristeza, el arzobispo Edward J. Weisenburger de la arquidiócesis de Detroit anunció el fallecimiento del papa Francisco. En su comunicado, Weisenburger expresó su pesar por la pérdida del pontífice, a quien describió como una "voz poderosa, profética y amorosa".
El arzobispo recordó una reflexión del Santo Padre: “Algunas personas quieren saber por qué deseaba llamarme Francisco. Para mí, Francisco de Asís es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y protege la creación”. Weisenburger enfatizó que estos aspectos caracterizarán el legado duradero del papa Francisco tanto en la Iglesia como en el mundo.
Destacando la sencillez y dedicación del papa hacia los valores espirituales, el arzobispo Weisenburger destacó su desapego de las posesiones materiales y su vida modesta. "Fue un profundo testigo de cómo se puede superar la tentación de las posesiones, el poder y el control, de los valores vacíos y destructores de la vida del secularismo", afirmó.
Asimismo, realzó el compromiso del papa con la paz mundial, subrayando su continuo llamado a poner fin a la violencia: "La medida en la que el Santo Padre fue un hombre de paz se encuentra en su constante llamado para terminar con toda violencia y guerra". Defendió su papel como "un eco del de Cristo" en sus esfuerzos por la paz.
Por otro lado, Weisenburger mencionó la devoción de Francisco por la protección de la creación, recordando su enseñanza sobre el papel de los fieles como cuidadores de la Tierra: "Profundizando en las Sagradas Escrituras, el papa Francisco nos recordó que somos administradores y cuidadores de la creación, no propietarios que pueden destruir imprudentemente lo que se ha puesto amorosamente en nuestras manos". Resaltó la resonancia de estos ideales en los jóvenes.
Concluyó su mensaje invitando a los fieles a recordar una de las frases del papa: “Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo”. Solicitó además que se recen oraciones por el alma del papa Francisco y por la pronta elección de un nuevo Papa.
Finalmente, Weisenburger ofreció una oración por el descanso eterno del dignatario, esperando que “su alma y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz”.