El Cardenal Joseph W. Tobin, Arzobispo de Newark, ha emitido un mensaje en el que reflexiona sobre el significado de la Cuaresma y su relación con los migrantes y refugiados. En su carta pastoral, Tobin destaca la importancia de este periodo litúrgico como un viaje espiritual que coincide con el Año Jubilar, bajo el tema "Peregrinos de esperanza". Subraya la necesidad de caminar juntos como una familia de fe hacia un destino común: "nuestra patria celestial".

Tobin recuerda las palabras del Papa Francisco sobre los migrantes, comparando su situación con el Éxodo del pueblo de Israel. "Los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación", dijo Francisco, según cita Tobin.

El Cardenal hace un llamado a la oración, al ayuno y a la limosna para solidarizarse con quienes sufren en estos tiempos difíciles. Resalta que "Dios camina siempre con nosotros" y enfatiza que las luchas de otros son compartidas por todos.

Además, Tobin reafirma el compromiso continuo de la Iglesia Católica en Estados Unidos para acompañar y servir a los inmigrantes: "Porque no somos extraños, sino hermanas y hermanos en Cristo".

En otro evento reciente celebrado el 13 de enero en Newark, más de 35 líderes religiosos se reunieron para expresar su oposición a las deportaciones masivas previstas por la nueva administración presidencial. El encuentro interreligioso fue organizado por Faith in New Jersey y Faith in New York junto con la Arquidiócesis de Newark.

Durante esta reunión, Tobin destacó cuatro acciones clave: encuentro, acompañamiento, oración y defensa. Explicó que estas medidas son esenciales para apoyar a los inmigrantes frente a políticas que amenazan la unidad familiar.

El Obispo Mark J. Seitz también participó en el evento e hizo hincapié en proteger a las familias: "La Iglesia Católica trabajará para proteger a nuestras familias... Trabajaremos por la reforma migratoria".

Los testimonios personales ofrecidos durante el evento reflejaron el temor constante entre las comunidades inmigrantes ante posibles detenciones. Elsa, una líder comunitaria mencionó: “Los padres en mi comunidad temen realizar tareas diarias básicas”.

Finalmente, Rabino Mordechai Liebling subrayó una perspectiva compartida: “El rostro de Dios se ve en el inmigrante”. El evento concluyó con un servicio interreligioso donde se oró por paz para los inmigrantes.

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